Comprobar la matrícula de tu vehículo en toda su documentación es una recomendación que siempre hacemos a nuestros asegurados.
Los radares de la Dirección General de Tráfico realizan automáticamente la lectura de las matrículas de los coches y verifican si está todo en orden. Es decir:
- Si el vehículo está asegurado.
- Que has realizado la revisión de la ITV que te corresponde.
- La vigencia de toda la documentación del vehículo.
Con esto, ya no resulta necesario que la guardia civil de tráfico te pare y te solicite “tus papeles” puesto que todo está informatizado.
Matrícula errónea
En alguna ocasión se ha dado el caso que el número de matrícula no coincide con la matrícula del vehículo asegurado. Se ha recibido una denuncia en la que consta nuestro vehículo como exento de seguro.
¿Qué ha podido ocurrir?
Para dar de alta una póliza de seguros es necesario aportar ciertos datos. La información la podemos facilitar por teléfono o directamente en una oficina. Aquí pues puede darse un error humano al anotar un número o una letra. A veces estos datos nos salen de forma casi automática y es fácil que se produzca un error. Lo mejor es facilitar los datos por escrito. Puedes entregar una solicitud cumplimentada por ti en la propia oficina. O bien a través de un e-mail que nos garantice luego, que los hemos facilitado correctamente. De esta forma, quedará siempre constancia a la hora de pedir responsabilidades. En el caso de que el error se haya dado en la propia aseguradora, los gastos e inconvenientes que hayan ocasionado, serán responsabilidad de la misma.
Para evitar este tipo de multas, asegúrate siempre contrastando los datos de toda la documentación con la lectura correcta de tu matrícula.
Antes de salir de viaje, revisa, estás a tiempo de subsanar ese error antes de que te fastidie un buen plan.
Comprueba que tu matrícula real se corresponde con la que aparece en tu seguro.